Mucha gente quiere saber si hay un momento ideal para ejercitarse. Quieren saber si uno se beneficia más ejercitándose temprano antes de ir a trabajar o en la noche al regresar de la oficina. La respuesta es simple: ejercicio es ejercicio. No hay diferencia fisiológica cuando se trata de elegir un momento del día. Sin embargo, hay pros y contras que hay que considerar al momento de elegir la hora del día más adecuada para ejercitarte.
Ejercicios en la tarde o noche
Los ejercicios realizados bien entrada la tarde o en la noche pueden ser más fáciles para tu cuerpo. Al final del día, todos tus músculos están calientes y se contraen más eficientemente; tus articulaciones están además mejor lubricadas. Además, hay para quienes es más fácil ir al gimnasio o hacer ejercicios luego de ir a la oficina pues no tienen tiempo de hacer nada con el apuro de llegar temprano. Sólo debes tener cuidado en no ejercitarte en un horario muy cercano al de irte a dormir: una rutina hecha muy tarde puede interferir con tu sueño.
Ejercicios en la mañana
Sin embargo, si tienes la oportunidad, es mejor ejercitarse en la mañana por un par de razones. Primero, los ejercicios matutinos te ayudan a quemar calorías en un índice más alto que en cualquier otro momento del día. Segundo, aquellos que se ejercitan en la mañana tienden a ser más fieles a su rutina. Diversos estudios muestran un 75% más de fidelidad en aquellos que van al gimnasio en la mañana. Cuando haces que el ejercicio sea tu primera actividad del día, es menos probable que algún imprevisto te impida luego realizarlo (tu hijo enfermo, una reunión que se alargó, una cita de improviso).
Aquellos que se ejercitan en la mañana tienden además en su mayoría a llevar un día más saludable, rechazando más los hábitos no tan saludables o haciendo un esfuerzo por moverse más. ¿Otro motivo más para ejercitarte en la mañana? dormirás mejor en la noche.
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